El viejito se va pa’ su rancho pero deja al país con un boquete fiscal superior a los 897 mil mdp, el más alto desde 1990.
El sexenio de Andrés Manuel López Obrador concluyó con un déficit fiscal de más de 897 mil millones de pesos, el más alto desde 1990, debido a un gasto público considerable en infraestructura y programas sociales. Durante los primeros ocho meses de 2024, el gobierno gastó 5.94 billones de pesos, superando sus ingresos de 5.04 billones, lo que refleja una disparidad financiera que marca el cierre de su administración.
El economista Marco Oviedo de XP Investments advierte que la próxima presidenta, Claudia Sheinbaum, enfrentará un panorama económico complicado, con un margen reducido para maniobrar en términos de gasto y deuda pública. Aunque se sugiere una reforma fiscal para incrementar ingresos, Sheinbaum ha descartado esa opción, lo que podría complicar aún más la situación financiera del país.
A pesar del alto déficit, la Secretaría de Hacienda asegura que las finanzas públicas se mantienen en línea con las metas y la deuda es sostenible. No obstante, expertos señalan que Sheinbaum heredará una economía con bajo crecimiento, riesgo de recesión y altos niveles de endeudamiento, lo que requerirá decisiones difíciles para mantener la estabilidad económica.
