Phoebe Plummer, de 23 años, y Anna Holland, de 22, fueron sentenciadas en el tribunal londinense de Southwark a dos años y veinte meses de cárcel, respectivamente, por causar daños al marco dorado del cuadro, por valor de 10.000 libras (casi 12.000 euros).
El día de los hechos, las manifestantes, que llevaban camisetas de Just Stop Oil, arrojaron el contenido de dos latas de sopa de tomate Heinz sobre la obra de 1888, antes de arrodillarse frente a ella y pegar sus manos a la pared.
Aunque el óleo no se manchó al estar protegido por un cristal, sí se estropeó el marco, que el museo había comprado en 1999 por 28.000 libras (33.500 euros).
Al pronunciar su sentencia, el juez Christopher Hehir afirmó que a las activistas “no pudo importarles menos si el cuadro se dañaba o no” y lamentó que hubiera podido perderse un “tesoro de la cultura”.
“Claramente, usted cree que sus creencias le dan derecho a cometer delitos cuando le apetezca, pero esto no es así”, dijo Hehir a Plummer, que afrontaba otro cargo de conducta criminal.
El abogado de Holland, Raj Chada, aseguró por su parte que las jóvenes comprobaron que el óleo estuviera protegido antes de tirar el líquido.
Plummer declaró que elegía “aceptar cualquier sentencia con una sonrisa”, pues consideró que lo que se penaliza son “los fundamentos de la democracia misma”.
Otros cinco activistas de Just Stop Oil fueron condenados el pasado julio con penas de cinco y cuatro años de cárcel por cortar la autopistas M25 de Londres, cuando reclamaban el fin de las prospecciones de gas y petróleo en el Mar del Norte.