Así quedó el flamante alcalde del municipio de Chilpancingo en Guerrero.

Alejandro Arcos Catalán, alcalde de Chilpancingo, Guerrero, fue asesinado el 1 de octubre, pocos días después de asumir el cargo. A pesar de contar con la protección de la Guardia Nacional, Arcos fue decapitado, y sus restos fueron encontrados en una camioneta. El crimen se da en un contexto de creciente violencia en la región, donde también fue asesinado el secretario del Ayuntamiento, Francisco Tapia, días antes.

Tras la muerte de su secretario, Arcos había solicitado refuerzos de seguridad a la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado. En una entrevista radial, expresó su preocupación por la falta de protección tras el asesinato de Tapia. Estos crímenes generaron patrullajes intensivos en Chilpancingo por parte de la Guardia Nacional y la Policía Estatal, que intentan controlar la situación.

La Fiscalía General del Estado de Guerrero inició una investigación por homicidio calificado, mientras que la población sigue consternada por la violencia que afecta a funcionarios locales. Arcos había ganado la alcaldía en su tercer intento, en unas elecciones disputadas con el candidato de Morena, Jorge Salgado Parra, apenas unos meses antes.